Frío, viento y lluvia. Esas son las previsiones cuando nos ponemos en marcha esta mañana de comienzos del mes de abril; sólo aptas para los más valientes. Sin embargo, las montañas nos llaman y tenemos una cita a la que no podemos faltar, Mustangs in Action. Nuestro camino se dirige a la naturaleza, allí donde sólo se oye el viento y los paisajes dejan mudas a las palabras.
Emprendemos camino por la A6 con el propósito de disfrutar en esta ocasión de la sierra noroeste de la Comunidad de Madrid. Mientras vamos dejando de lado, con nuestros vehículos, las distintas poblaciones que salen a nuestro paso, la belleza del entorno, los árboles hacen inevitable pensar en carreteras sin fin, que te llevan a lugares donde uno se siente en casa. El punto de reunión, un área de servicio próxima a nuestra primera visita de la jornada. Un café, saludos y reemprendemos la marcha.
A escasos kilómetros, a los pies del monte Abantos, junto al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en el área recreativa El Tomillar, llegamos al Centro de Naturaleza InsectPark. Un lugar donde los ponies son un elemento más de este magnífico oasis de tranquilidad y biodiversidad.
Aparcamos las monturas junto a su entrada y nos recibe Pedro Velasco, uno de los artífices de este Centro, quien nos acompaña al interior para iniciar la visita a sus instalaciones. De la mano de Miriam, comenzamos a descubrir los secretos de este lugar, producto de más de cuarenta años de amor por la naturaleza, con más de 70.000 especies de insectos procedentes de todo el mundo.
Al comenzar nuestro recorrido por este centro de divulgación científica y cultural sobre la naturaleza, nos recibe una ilustre huésped de la Sierra de Guadarrama: la mariposa isabelina, descubierta por Mariano de la Paz Graells en 1848, y bautizada así en honor a la reina Isabel II; una especie protegida clasificada de interés especial.
En las diversas salas del Centro, podemos ver insectos que se mimetizan con el entorno; las mariposas típicas de distintos lugares de España; mariposas morfo; escarabajos; insectos gigantes; arácnidos, etc.; todos ellos hacen gala de sus características más destacadas y de las peculiaridades de su entorno. Mucho es el conocimiento y el saber hacer que se pone a nuestra disposición, y mucha la curiosidad durante nuestra visita que transcurre en un suspiro. Reemprendemos camino.
De nuevo carreteras de bosques y montañas hasta llegar a nuestro punto de destino. A poco menos de 8 kilómetros por la M600 llegamos a Guadarrama, en la antigua N-VI junto al puerto del mismo nombre que culmina el Alto del León.
Un impresionante entorno de piedra, anticipo del patrimonio histórico y cultural del municipio, nos recibe en su Plaza Mayor donde se ubica el ayuntamiento reedificado en 1940, su fuente circular y la gran olma, árbol singular testigo del paso del tiempo pues se cree nació a finales del siglo XIX en 1882. Junto a nuestros vehículos una escultura dedicada a los "abuelos" nos da la bienvenida.
Tras unos minutos en los que podemos apreciar la perfecta sintonía entre las edificaciones y el paisaje de montañas donde se ubican, nos proponemos visitar uno de los monumentos históricos de Guadarrama, a un paseo de apenas cinco minutos de distancia, centro de su actividad cultural: "La Torre".
Situada en lo alto de un cerro, El Centro Cultural "La Torre" ocupa el espacio de la antigua iglesia parroquial que lo fue hasta finales del siglo XIX. Con múltiples influencias arquitectónicas, desde su antiguo campanario al que se accede en dos tramos se obtienen las mejores vistas del municipio y de su Sierra. A sus pies encontramos la Iglesia de San Miguel, construida sobre la antigua panera real y que la sustituye como lugar de culto.
Desandamos nuestro camino, con el fin de aprovisionarnos de dulces del lugar, y dirigirnos al sitio elegido para nuestra comida en el día de hoy, no sin antes detenernos junto a la fuente de Los Caños. De estilo neoclásico y construida en granito por orden de Carlos III, es punto de encuentro de caminantes hacia el puerto de Guadarrama desde 1785, como recuerda una placa conmemorativa.
Terminada la comida, nos esperan los Mustangs donde los dejamos, ansiosos por emprender un nuevo camino que nos lleve hasta nuestra próxima aventura. Las 16:30 comienza a llover; las previsiones se cumplieron.
Tras este paseo entre montañas, seguro que comprobaremos que "quien a Guadarrama viniese, agua de los caños bebiese y pan de las panaderías comiese, no dude que aquí volviese".
Banda sonora del artículo: en 1971 se publicó "Take me home, country roads", canción incluida en el cuarto álbum de estudio "Poems, Prayers & Promises" del cantante country John Denver, todo un canto a la naturaleza y su belleza de la que era ferviente defensor. Un himno para los habitantes del estado de Virginia Occidental y la canción con la que el control de tierra de la NASA despertaba cada mañana a los astronautas a bordo de los trasbordadores Columbia y Challenger de las misiones STS-5 y STS-41-G. Denver falleció en 1997 mientras se dedicaba a su otra gran pasión: volar como los pájaros.
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