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¡A la una, a las dos, a las tres: 1.200 caballos! ¿Alguien da más?



A mediados de junio por fin conocimos las cifras oficiales del rendimiento del Mustang Shelby GT500 2020. Lo que en su presentación se anunció como un rendimiento de más de 700 caballos para el Mustang más potente de serie, finalmente se ha transformado en 760 caballos y un par motor de 847 N/m. Pero ahí no acaba todo.

Más allá de lo que puedan pensar los puristas, una de las características más valoradas por los amantes del Mustang es que se puede decir que dos vehículos del mismo modelo sólo son iguales en el momento que salen de la cadena de montaje.
La posibilidad de que cada usuario pueda personalizar su pony a su gusto, restricciones legales al margen, para convertirlo en algo único, es un aliciente que hace de cada coche algo especial y de su conducción una experiencia inigualable. De hecho, estas adaptaciones son prácticamente una subcultura dentro del mundo del automóvil, especialmente en EE.UU.


Normalmente, a este tipo de personalizaciones las suele delatar el sonido de los escapes, aunque la mayoría se encuentran debajo del capó. Así que un aviso para navegantes, 
si te encuentras con un Mustang por la calle,
ojito con los piques porque te puedes llevar una sorpresa.

Existen diferentes preparadores que han ganado merecida fama por hacer su particular interpretación de los distintos modelos del Mustang y cuyas versiones se convierten en piezas cotizadas para los amantes de la velocidad y las sensaciones fuertes.

El último en presentar una reinterpretación del Mustang ha sido Hennessey Performance, en concreto del propio Shelby GT500 2020. Así que, si la potencia de serie de este coche os parecía poca, agarraros al asiento que vienen curvas. Este preparador ha presentado tres preparaciones, a cuál más fuerte, todas ellas denominadas “venom” (veneno), por algo será.

La primera Venom 850, ofrece 850 caballos a 7.000 rpm y 983 N/m a 4.800 rpm, con modificación de escapes; catalizadores de alto flujo; ajuste del compresor, polea y correa; sistema de inducción de aire de alto flujo; y el octanaje del combustible adecuado para la compresión del motor.


La segunda versión Venom 1000, rinde 1.000 caballos a 7.000 rpm y 1.152 N/m a 4.800 rpm, con las modificaciones anteriores, además de compresor de 3.0 litros; la mejora del intercooler; del sistema de combustible; y de la transmisión.

La tercera versión Venom 1200, llega hasta los 1.200 caballos a 7.000 rpm y 1.356 N/m a 4.800 rpm, son modificaciones similares, además de un sistema de doble turbo; mejora de las bielas y pistones; y eso sí, con combustible de competición.


Del precio… no hablamos.

Fotos: HennesseyPerformance.com 

Mustangs in Action

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