En 1999 surgió la Semana Europea de la Movilidad (SEM). Esta iniciativa, apoyada por la Comisión Europea desde 2000, se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre y en ella se desarrollan actividades para promocionar la movilidad sostenible y fomentar sus buenas prácticas. Con el punto de mira en estas actividades, en las que España continúa siendo líder en participación desde hace años, nuestros ponies quieren rendir, en su salida mensual, un homenaje a uno de los pilares esenciales de la movilidad en la Comunidad de Madrid: la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.
Para ello no se nos ha ocurrido mejor manera que llevar nuestros Mustangs a un museo. Cuando la mayoría de nosotros pensamos en museos nos vienen a la cabeza recintos donde se exponen colecciones de objetos, obras inertes. Pero, el museo que visitamos en esta ocasión está habitado por seres de metal que cobran vida, con corazones en forma de motor, válvulas movidas por bielas y pistones, y en cuyas venas la sangre se convierte en combustible. Éste es un museo especial: es el Museo de la EMT.
Al acceder a la nave que lo alberga, por un momento, parece como si el tiempo se hubiera detenido y hubiésemos retrocedido cientos de años. Aunque este museo representa, a través de sus vehículos, los más de setenta años de historia de la EMT, podemos ver también fotos de cuando, en Madrid, nos desplazábamos en tranvías tirados por caballos. Los distintos tranvías del XIX, desde 1871, confluyeron a comienzos del siglo XX en la Sociedad Madrileña de Tranvías (1920), después en la Empresa Mixta de Transportes Urbanos (1934), y más tarde en la Empresa Municipal de Transportes (1947) que integra los servicios de transporte de superficie en Madrid.
Nuestros Mustangs, a través de sus ojos con forma de faro, son testigos de primera mano de la evolución del transporte en la capital. Los autobuses de dos pisos, desde 1947 hasta 1968: el Leyland OPD2/1, el Guy Arab, el Leyland Titan. Los autobuses de un piso, desde los primeros Pegaso entre 1961 y 1988, hasta el primer autobús articulado el Pegaso 6035-A (1966) y el primer autobús sólo con conductor (1974). La incorporación de otras marcas a la flota: DAF SB220 (1988), MAN NL 202 (1994) primer autobús con piso bajo, IVECO Cityclass (1998), Renault Citybus (1998), Mercedes Cito 0530 (2000), el SCANIA Omnicity (2001) y el Castrosua Tempus (2012). Todos estos ¨hermanos mayores¨ son un pedazito de historia conservada y restaurada, en muchos casos, por los propios empleados; horas infinitas de dedicación para preservar estos tesoros para las generaciones futuras.
Pero en este museo no sólo hay autobuses, también hay otros elementos relacionados con la historia de la EMT: vestigios de la antigua sede de la calle Alcántara; mobiliario; máquinas de los talleres y motores; trajes de época; placas de paradas de autobús y mucho más...
Sus paredes también cuentan cómo han evolucionado los billetes, los métodos de pago y los sistemas de cobro; desde los autobuses a los que se accedía por atrás para cobrar el billete, hasta el bonobús de cartón y las tarjetas de transporte con microchip en los autobuses sólo con conductor. Observamos los cambios en la identidad corporativa de la EMT y el color de los autobuses: desde la época en la que coexistieron el azul (que al principio identificaba la propulsión con gas natural), el rojo y el amarillo, y hasta la unificación en su color azul actual.
El tiempo vuela cuando te dedicas a descubrir tesoros y es hora de partir. Acabamos esta crónica de nuestra visita como la empezamos, rompiendo una lanza en favor de la sostenibilidad; y es que, aunque muchos no lo sepan, la EMT es pionera en el desarrollo de sistemas de propulsión cada vez más limpios y respetuosos con el medio ambiente, como la electricidad, el gas natural, el hidrógeno, los sistemas híbridos, etc.
Ven a descubrir y disfrutar del Museo de la EMT, un oasis en medio de la ciudad.
¡La EMT está de MODA!!!
¡La EMT está de MODA!!!
Queremos agradecer la colaboración inestimable para la realización de este evento a las siguientes instituciones y personas: a la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) y a todo su personal del Centro de Operaciones de Fuencarral; al Museo de la EMT y en especial a su responsable Agustín Fernández, y a nuestras guías Aurora Ruiz y Eva González, por tratarnos de lujo, por su dedicación y por transmitirnos no solo su conocimiento sino también su pasión por estas joyas de la automoción, ayudando a preservar un patrimonio de la ciudad de Madrid para que todos lo podamos disfrutar. A todos, ¡gracias!
Super fotos powered by Ismael Triviño.
Galeria de fotos...
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Estupenda salida, muy interesante el museo de la EMT.
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